MCT: Esperanza para la investigación de la demencia

por Gordon Raza, BSc 16 de octubre de 2019

Un estudio reciente, publicado en la edición de mayo de 2019 de The Journal of the Alzheimer's Association [1] tiene a la comunidad científica entusiasmada con el papel potencial de los triglicéridos de cadena media (MCT) en un envejecimiento saludable.

La demencia, clínicamente conocida como trastorno cognitivo mayor, es un síndrome y no una enfermedad. Esto se traduce en una condición con múltiples síntomas que pueden incluir la falta de memoria a corto plazo, incapacidad para realizar múltiples tareas, comprensión o expresión deficiente del lenguaje, dificultad con las relaciones espaciales y capacidad disminuida para interpretar señales no verbales.

El camino que conduce a la demencia toma rutas tan variadas como la enfermedad de Alzheimer, la infección por VIH, el accidente cerebrovascular, la falta aguda de oxígeno o simplemente una consecuencia del envejecimiento del cerebro. Sin embargo, hay investigaciones emergentes que sugieren que una "crisis energética" dentro del cerebro también podría contribuir a la demencia.

El cerebro adulto constituye aproximadamente el 2% del peso corporal de un adulto, pero representa el 20% del consumo total de energía. Parte de esta energía se destina al mantenimiento y reparación; sin embargo, aproximadamente el 75% de la energía disponible se gasta en la señalización celular, que se produce en espacios entre las neuronas llamados sinapsis. El cerebro es un órgano dinámico que requiere un suministro constante de energía; no almacena la energía como los músculos.

La investigación actual, dirigida por el Dr. Stephen Cunane de la Universidad de Sherbrooke en Quebec, ha llevado a creer que el cerebro envejecido puede tener dificultades para obtener suficiente energía de su principal fuente de energía: la glucosa. La incapacidad de las células cerebrales para metabolizar la glucosa contribuye a los síntomas presentes tanto en el Alzheimer como en la demencia. Su investigación involucró la suplementación con triglicéridos de cadena media (MCT) obtenidos de aceite de coco y palma. Las dos principales fuentes de energía de los MCT, los ácidos grasos caprílico (C8) y cáprico (C10), son convertidos por el cuerpo en cetonas, que el cerebro explota como combustible alternativo para el pensamiento y el rendimiento cognitivo. El Dr. Cunane compara el cerebro con un automóvil híbrido, que puede funcionar con diferentes fuentes de combustible. La ventaja de complementar con MCT es que no compiten con la glucosa para alimentar el cerebro; siguen una ruta metabólica diferente.

Su investigación involucró a 52 personas mayores con deterioro cognitivo leve durante seis meses. Todos fueron evaluados en cuanto a memoria, reconocimiento de palabras y velocidad de procesamiento. La mitad de los participantes recibió una dosis diaria de 30 g de MCT, mientras que la otra mitad recibió un placebo. Seis meses después, los resultados de estas pruebas mostraron que el grupo MCT obtuvo mejores resultados en todas las pruebas.

En el grupo MCT, las células cerebrales que se creía muertas ahora se iluminaban en los escáneres cerebrales. Esto sugiere que las regiones del cerebro que no pueden metabolizar la glucosa se energizaron con cetonas producidas por la suplementación con MCT. De hecho, el metabolismo de las cetonas aumentó en un 230% en los cerebros de los participantes que tomaban MCT. La evidencia de este proyecto piloto es emocionante, estimulando una investigación a mayor escala que, con suerte, explorará la dinámica metabólica del cerebro y el potencial terapéutico de los MCT para su papel en un envejecimiento saludable.


Referencia

  1. Fortier, M., et al. “A ketogenic drink improves brain energy and some measures of cognition in mild cognitive impairment.” The Journal of the Alzheimer Association, Vol. 15, No. 5 (2019): 625–634.