Aceites cosméticos exóticos

Los aceites exóticos de plantas son un gran ejemplo de productos de uso tópico para cuidado de la piel que cuentan con una rica y profunda tradición de uso en varias regiones y culturas a lo largo de la historia. En la actualidad, se están redescubriendo y estableciendo con mayor firmeza sus beneficios a través de estudios sobre sus efectos cutáneos. Se ha encontrado que muchos aceites exóticos ofrecen el doble beneficio en la hidratación de la piel y que son una fuente de antioxidantes que ayuda a mitigar los procesos del envejecimiento de la misma.

Existe un segmento particular, en medio de una gran cantidad de productos de uso tópico para la salud de la piel y de belleza incipientes, que está enraizado en una profunda tradición histórica y es el de los aceites exóticos de plantas. Aunque estos aceites parecen captar menor atención cuando se les compara con algunos cosmeceúticos que se comercializan a gran escala como el retinol, los péptidos y varios antioxidantes, cada vez hay mayor interés tanto en la investigación como en la incorporación de estos agentes a la oferta de la belleza tópica. Nuestro enfoque en este artículo será explicar cómo se han utilizado los aceites de uso tópico en la medicina estética. Exploraremos su uso para reducir la aparición de los signos del envejecimiento en la piel, y como parte de esto, en fortificar la barrera de la piel y maximizar la hidratación de esta.

Envejecimiento de la piel

Reconstrucción de las estructuras

Uno de los principales mecanismos por medio del cual los cosmeceúticos de uso tópico combaten los signos del envejecimiento de la piel es la limitación de la pérdida neta de colágeno, elastina, y los glucosaminoglicanos, los cuales aportan firmeza y elasticidad a la piel. Numerosos aceites exóticos de plantas se han estudiado por su capacidad para impactar de forma positiva estos componentes. Para apreciar mejor cómo actúan, repasaremos brevemente los elementos clave del proceso de envejecimiento de la piel. Los signos de envejecimiento de la piel se ven influenciados por factores intrínsecos, que incluyen cambios en el metabolismo oxidativo y cronológico, y factores extrínsecos, debidos principalmente a los efectos de la exposición a la luz ultravioleta del sol (1,2). Un común denominador tanto para el envejecimiento intrínseco como extrínseco de la piel es el incremento en la producción de especies reactivas de oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés) las cuales, a su vez, estimulan la producción del factor de transcripción AP‑1 y el factor nuclear kappa‑B (NF‑κB). Estos agentes tienen un impacto directo en el envejecimiento de la piel mediante su influencia sobre varias estructuras de la misma. Por ejemplo, el factor de transcripción AP‑1 activa simultáneamente las enzimas degradadoras de colágeno, tales como las metaloproteinasas de matriz (MMPs, por sus siglas en inglés), a la vez que suprime factores que conllevan a la síntesis de nuevo colágeno. Se puede generar un ciclo vicioso cada vez que el NF‑κB induce la inflamación, incrementa la producción de ROS, y entonces, continúa la estimulación de AP‑1 (2). Adicionalmente, la radiación ultravioleta puede agotar la red de antioxidantes que actúan contra los ROS ya presentes en la piel, influyendo negativamente a la vez en el metabolismo apropiado de la elastina (2). Juntos, estos cambios conducen a los signos comunes del envejecimiento de la piel, que incluyen el adelgazamiento de esta, la formación de arrugas, la pérdida de elasticidad, la piel seca y el deterioro de la barrera cutánea, aspereza, y cambios de pigmentación en la formación de las manchas de envejecimiento y tonalidad desigual de la piel (1). Vamos a analizar algunos aceites exóticos por su uso en este contexto, incluyendo la descripción de estudios de investigación para este propósito. 

Aceite de argán

El aceite de argán, oriundo de Marruecos y extraído de las semillas de Argania spinosa, cuenta con una rica historia de uso tópico para la salud general de la piel, del cabello, y beneficios cosmeceúticos tales como la reducción de la pigmentación facial. Contiene un alto nivel de ácidos grasos monoinsaturados, junto con varias fuentes antioxidantes incluyendo polifenoles (como el ácido ferúlico), tocoferoles (vitamina E), y triterpenos (1,3,4). Ha habido interés por la capacidad del aceite de argán para influir en la elasticidad de la piel. En un estudio aleatorizado controlado de 60 días con 60 mujeres postmenopáusicas (4), se aplicaron 10 gotas de aceite de argán (equivalente a aproximadamente 240 mg) al antebrazo interno izquierdo cada noche. Se hicieron evaluaciones usando instrumentos de la elasticidad de la piel al principio, así como después de 30 y 60 días. El equipo de investigación midió parámetros tales como elasticidad neta y bruta de la piel junto con la elasticidad biológica, la cual incorpora la proporción entre la retracción inmediata de la piel y su distensión final. Los investigadores encontraron que, comparado con el grupo de control, el grupo que usó el aceite de argán por 60 días tuvo mejoras significativas en dichas mediciones de elasticidad. Específicamente hablamos de incrementos de elasticidad bruta (p<0,001), elasticidad neta (p<0,001), elasticidad biológica (p<0,001), y una reducción en el tiempo de proceso de resonancia (p=0,022), una medida de la propagación de la onda cortante cuya reducción implica un aumento de la elasticidad de la piel (4). Los autores especularon, al explicar estos efectos observados, cómo los contenidos de antioxidantes del aceite de argán muy probablemente mitigaron los procesos de envejecimiento de la piel. Cómo parte de esto, la elevada cantidad de vitamina E en el aceite de argán se postuló como un agente que puede regular a la baja el factor de crecimiento transformante beta (TGF‑β) y, por lo tanto, incrementar los fibroblastos en la piel para producir más colágeno y elastina (4). 

Aceite de espino amarillo

El aceite del espino amarillo (Hippophae rhamnoides), que se encuentra de forma natural en el norte y centro de Europa igual que en algunas partes de Asia, puede obtenerse tanto de la pulpa de su fruta como de sus semillas. Ambas fuentes son ricas en varias formas de vitamina E y otras vitaminas liposolubles, y esteroles, pero la pulpa de la fruta ofrece una mayor concentración de carotenoides y omega-7 menos común, conocido como ácido palmitoleico (5). Se cree que la singular variedad de componentes del aceite de espino amarillo brinda efectos beneficiosos contra los procesos de envejecimiento de la piel. Por ejemplo, su contenido en ácidos grasos omega‑3 y omega‑6, junto con antioxidantes tales como carotenoides y vitamina E, pueden ayudar a limitar la producción de ROS y la peroxidación de lípidos, reducir la inflamación, estimular la proliferación de fibroblastos, y, en consecuencia, la formación de colágeno (5,6). La presencia del ácido palmitoleico omega-7 destaca por su capacidad para promover la regeneración de la epidermis como parte del proceso de sanación de heridas, cuyas características se solapan en gran medida con mecanismos relacionados con la ralentización de los procesos del envejecimiento de la piel (5).

Optimización de la hidratación

El incremento de la hidratación de la epidermis es el segundo mecanismo mediante el cual los cosmeceúticos reducen la aparición de líneas de expresión, arrugas más profundas, y piel seca y resquebrajada. Como complemento a su contenido de antioxidantes, el aspecto más notable de los aceites exóticos de plantas probablemente sea su rica cantidad de ácidos grasos, que ofrecen varios métodos de hidratación y soporte de la barrera cutánea.

Aceites exóticos ricos en ácido linoleico y otros ácidos grasos insaturados

Los ácidos grasos insaturados (UFAs, por sus siglas en inglés) trabajan en grupo para mejorar la estructura, el tono y el aspecto de la piel. Mejorar la circulación local y el suministro de oxígeno a la piel son algunos de los efectos que contribuyen con estos beneficios (5). El ácido linoleico merece una notable mención entre los UFAs. Se incorpora directamente a la estructura de lípidos de la piel y estimula la diferenciación de queratinocitos, lo que ayuda a mantener la producción de componentes de la barrera cutánea. Esta barrera es crucial para prevenir la pérdida de agua a través de la piel y mantener una adecuada hidratación de esta a largo plazo. Otros UFAs comunes en los aceites exóticos incluyen el ácido alfa‑linolénico, el ácido gamma‑linolénico, y el ácido oleico (5,7).

Ejemplos de aceites exóticos ricos en ácido linoleico

  • Aceite de espino amarillo (Hippophae rhamnoides) (5).
  • Aceite de argán (Argania spinosa) (7,8).
  • Aceite de semilla de rosa mosqueta (Rosa canina, Rosa moschata) (8,9).
  • Aceite del baobab (Adansonia digitata) (10)

Aceites exóticos ricos en ácidos grasos saturados

Se ha encontrado que la presencia de ácidos grasos saturados (SFAs, por sus siglas en inglés) en aceites exóticos, que les brindan las características de turgencia, firmeza, alisado, y suavidad de la piel. Un mecanismo clave por el cual ocurre esto es su acción como humectantes oclusivos, lo que significa que crean una barrera sobre la superficie de la epidermis que ayuda a fijar la humedad por debajo de esta (5). Ejemplos comunes de SFAs en aceites exóticos incluyen el ácido láurico, el ácido mirístico, el ácido palmítico y el ácido esteárico (5).

Ejemplos de aceites exóticos ricos en ácidos grasos saturados

  • Espino amarillo (Hippophae rhamnoides) (5).
  • Aceite del Baobab (Adansonia digitata) (10).
  • Aceite de argán (Argania spinosa) (11).

Aceites exóticos ricos en esteroles

Algunos aceites exóticos se caracterizan de forma única por un alto contenido de esteroles. Los beneficios cosmeceúticos que pueden aportar a la piel incluyen su incorporación y contribución a los esteroles de la matriz de lípidos de la barrera cutánea, lo que incrementa la hidratación y la protección de la piel contra la irritación externa; y una mejora en la firmeza y elasticidad de la piel (5). Algunos ejemplos de esteroles presentes en aceites exóticos son el beta‑sitosterol, el campesterol, el estigmasterol, el citroestadienol y el avenasterol (5).

Ejemplos de aceites exóticos ricos en esteroles

  • Espino amarillo (Hippophae rhamnoides) (5).
  • Aceite de semilla de rosa mosqueta (Rosa canina) (9).

Advertencias generales

Los aceites exóticos de plantas pueden ser un complemento beneficioso para nuestro régimen de cuidado de la piel y belleza. Sin embargo, como sucede con cualquier agente de uso tópico, siempre se recomienda tomar ciertas precauciones. Primero, es importante seguir las instrucciones del fabricante en lo concerniente al uso adecuado de los aceites exóticos. Algunos se pueden aplicar directamente sobre la piel, mientras que se recomienda que otros se mezclen primero con otros productos de uso tópico antes de aplicarlos sobre la piel. Segundo, antes de usar cualquier producto de uso tópico por primera vez, incluidos los aceites exóticos, es fundamental pedirles a los pacientes que se apliquen una pequeña muestra para probar si hay irritación. Un ejemplo de esto sería aplicar una pequeña cantidad del producto sobre un área de la piel en el antebrazo interno, y dejarlo por 24 horas. El producto no debería usarse si en esa área surge cualquier signo de irritación durante este tiempo, incluyendo picor, enrojecimiento, o ardor.

Los aceites exóticos de plantas ocupan una posición única dentro del ámbito de la belleza y el cuidado tópico de la piel. Esto es especialmente beneficioso dado su contenido de ácidos grasos saturados e insaturados, que ofrecen varios beneficios para el acondicionamiento de la piel y el apoyo a la hidratación, junto con compuestos antioxidantes, que brindan actividad contrarrestando el proceso de envejecimiento de la piel. La investigación futura continuará explorando y estableciendo cómo el uso histórico de estos aceites puede transferirse a los cosmecéuticos actuales.

Descargo de responsabilidad: la información presentada en este artículo es solo para fines de información general y no constituye un consejo médico. Primero consulte con un profesional qué enfoques y productos serían mejores para su caso.  


Bibliografía:

  1. Lin, T.‑K., L. Zhong, and J.L. Santiago. “Anti-inflammatory and skin barrier repair effects of topical application of some plant oils.” International Journal of Molecular Sciences, Vol. 19, No. 1 (2018): 70.
  2. Mehta, R.C., and R.E. Fitzpatrick. “Endogenous growth factors as cosmeceuticals.” Chapter 16 (p. 133–141) in: Draelos, Z.D., ed., Cosmeceuticals, Third Edition. Chicago: Elsevier, 2016, 226 p., ISBN 978‑0‑323‑29869‑8.
  3. Campa, M., and E. Baron. “Anti‑aging effects of select botanicals: Scientific evidence and current trends.” Cosmetics, Vol. 5, No. 3 (2018): 54.
  4. Boucetta, K.Q., Z. Charrouf, H. Aguenaou, A. Derouiche, and Y. Bensouda. “The effect of dietary and/or cosmetic argan oil on postmenopausal skin elasticity.” Clinical Interventions in Aging, Vol. 10 (2015): 339–349
  5.  
  6. Koskovac, M., S. Cupara, M. Kipic, A. Barjaktarevic, O. Milovanovic, K. Kojicic, and M. Markovic. “Sea buckthorn oil—A valuable source for cosmeceuticals.” Cosmetics, Vol. 4, No. 4 (2017): 40.
  7. Beveridge T., T.S. Li, B.D. Oomah, and A. Smith. “Sea buckthorn products: Manufacture and composition.” Journal of Agricultural and Food Chemistry, Vol. 47, No. 9 (1999): 3480–3488.
  8. Boucetta, K.Q., Z. Charrouf, A. Derouiche, Y. Rahali, and Y. Bensouda. “Skin hydration in postmenopausal women: Argan oil benefit with oral and/or topical use.” Przeglad Menopauzalny (Menopause Review), Vol. 13, No. 5 (2014): 280–288.
  9. Thornfeldt, C.R. “Therapeutic herbs confirmed by evidence-based medicine.” Clinics in Dermatology, Vol. 36, No. 3 (2018): 289–298.
  10.  
  11. Ilyasoğlu, H. “Characterization of rosehip (Rosa canina L.) seed and seed oil.” International Journal of Food Properties, Vol. 17, No. 7 (2014): 1591–1598.
  12. Komane, B., I. Vermaak, G. Kamatou, B. Summers, and A. Viljoen. “Beauty in Baobab: A pilot study of the safety and efficacy of Adansonia digitata seed oil.” Revista Brasileira de Farmacognosia, Vol. 27, No. 1 (2017): 1–8
  13.  
  14. Sarkar R., I. Podder, N. Gokhale, S. Jagadeesan, and V.K. Garg. “Use of vegetable oils in dermatology: An overview.” International Journal of Dermatology, Vol. 56, No. 11 (2017): 1080–1086.
  15. Nadeem, M., and M. Imran. “Promising features of Moringa oleifera oil: Recent updates and perspectives.” Lipids in Health and Disease, Vol. 15, No. 1 (2016): 212