Alzheimer

Si bien es cierto que el deterioro cognitivo es más común en la población mayor, ciertas capacidades como la memoria, el razonamiento o la comprensión, pueden empezar a deteriorarse a partir de los 45 años, según un estudio publicado en el British Medical Journal. El estudio, efectuado sobre más de 7.000 personas de entre 45 y 70 años y durante un periodo de 10 años, concluye un deterioro del 3,6% en la capacidad de razonamiento de las personas de entre 45 y los 49 años.

¿Qué nutrientes nos pueden ayudar a mantener la salud del cerebro?...

  • Fosfatidilserina: es un elemento básico para la comunicación cerebral donde se encuentra en mayor proporción formando parte de las membranas celulares a las que aporta una óptima flexibilidad para realizar su función biológica. Sus beneficios sobre la salud cognitiva se centran en su capacidad para mejorar la memoria, la concentración y la agudeza mental.
  • EPA y DHA: Conocidos como ácidos grasos omega-3 son esenciales para un buen plan de apoyo a la salud cognitiva ya que una deficiencia contribuye a acelerar el deterioro cognitivo. Por eso se recomienda incluirlos en la dieta a través del consumo de pescado azul que son una fuente de estas apreciadas grasas. Desgraciadamente, el perfil de dieta actual no facilita el alcanzar unos niveles adecuados para el mantenimiento de la salud cognitiva, además de que dicha recomendación se ve amenazada debido a que las especies más grandes como el atún y el salmón, que son ricas en EPA y DHA, no están exentas de contaminación por metales pesados y otros agentes contaminantes. Optar pues, por las especies pequeñas como la sardina, la caballa o la anchoa que son menos propensas acumular estos residuos y suplementar la dieta parece lo más indicado.
  • Vitaminas, minerales y otros antioxidantes: El estrés oxidativo parece que juega una función importante en el desarrollo de ciertas patologías neurodegenerativas. Por eso, ciertos antioxidantes como la vitamina C y E así como el coenzima Q-10 y el ácido alfa-lipoico, han demostrado un efecto protector. No podemos olvidar en este punto las vitaminas del grupo B, las cuales resultan imprescindibles en cualquier programa de mantenimiento de salud cerebral. En concreto, la B1, la B6, la B9 y la B12 contribuyen al buen estado de la función cognitiva.
  • Plantas como el Gingko biloba,la Bacopa monnieri, Huperzia serrata, el Ginseng siberiano, la Centella asiática o el Polygonum multiflorum conocido como Fo-ti, poseen un papel destacado en la protección frente al deterioro cognitivo y la demencia. Muchos son los estudios que han relacionado estas plantas con la mejora de la memoria, el aprendizaje y el aporte de nutrientes que proporcionan la energía necesaria para un buen funcionamiento del cerebro.