Astenia

Con la llegada de la primavera una de cada cinco personas siente una sensación de abatimiento, cansancio, desánimo y apatía. Es lo que se conoce como astenia primaveral. Se presenta con síntomas muy diversos, pero en general se manifiesta por la alteración del estado general, en forma de debilidad y falta de vitalidad física e intelectual que suele mejorar a las pocas semanas. Sus causas no se conocen con exactitud pero se cree que pueden estar relacionadas con el cambio climático o, en las personas propensas, con los procesos alérgicos que se dan en esta época. Se manifiesta más en las mujeres y el período de edad en el que su incidencia es mayor se sitúa entre los 20 y los 50 años, si bien es un trastorno que puede aquejar a cualquier persona en algún momento de su vida.

Claves para recuperar de nuevo tu energía:

En general, cuando la astenia no tiene una base fisiológica o psíquica de fondo, se recomienda adoptar una serie de medidas para recuperar la energía pérdida. La estrategia se basa en tres pilares básicos: la alimentación, un descanso reparador y un cambio de actitud vital.

Una dieta sana y equilibrada

Proporcionará el aporte necesario de proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales, vitaminas y agua. Sin embargo, en determinadas ocasiones, el aporte de una dieta variada no es suficiente y es preciso recurrir a los superalimentos que tradicionalmente se han empleado para paliar el cansancio, como la jalea real, el polen, la lecitina, la levadura de cerveza o el ginseng, entre otros. No olvides empezar el día con un buen desayuno: Los cereales integrales, la fruta, los frutos secos, así como el consumo de zumos reconstituyentes no pueden faltar en un desayuno adecuado. Comenzar el día con unos copos de avena con semillas tostadas de sésamo, calabaza o girasol puede ser una muy buena opción.

Elige alimentos integrales que te ayudarán a mantener un buen estado energético a lo largo del día y te aportarán más fibra, minerales y vitaminas del grupo B. Las verduras de hoja verde son esenciales en cualquier dieta energética. Su alto contenido en vitaminas del grupo B fortalecen el sistema nervioso y son imprescindibles para mejorar el rendimiento físico.
Aumenta el consumo de ácidos grasos poliinsaturados como los omega-3 que se encuentran principalmente en el pescado azul. Reparte el número de comidas en cinco tomas. Estar muchas horas sin comer produce una sensación de agotamiento.
No te excedas con el café y evita el consumo de tabaco y alcohol. Depurar el hígado para que ahora pueda eliminar las toxinas acumuladas durante la estación invernal, es una interesante manera de preparar a nuestro organismo para la llegada de la nueva estación.

Un descanso reparador

Dormir lo suficiente en cantidad y en calidad es esencial para levantarse con energía renovada. Algunos consejos relacionados con el descanso te ayudarán a mejorar los hábitos del sueño y recuperar el tono vital. Respetar el sueño durmiendo las horas que el organismo necesite.Es bueno mantener unos horarios fijos para acostarse y levantarse Mantener una estancia adecuada en cuanto a la temperatura, la luz y el ruido. Un baño caliente puede contribuir a mejorar el descanso nocturno.

Un cambio de actitud vital

Aprovechar la llegada de la nueva estación para realizar pequeños cambios en nuestro estilo de vida mejorará o incluso evitará la astenia relacionada con los cambios del entorno. Huir del pesimismo y de los pensamientos negativos nos ayudará a afrontar los problemas con sabiduría.
Practicar habitualmente alguna técnica de relajación favorece la creatividad y la confianza en uno mismo. Moverse y activar el organismo a través del ejercicio produce la liberación de endorfinas, sustancias liberadas por nuestro cuerpo asociadas al bienestar.
Realizar alguna actividad al aire libre aprovechando la luz natural que es una fuente de energía y de vitalidad. Concédete más espacio para ti aprendiendo a decir sí a tus necesidades y deseos.