Candidans Albicans

Dr. Evan McCarvill, Naturópata (Canadá)

Una condición bastante común, pero a menudo poco reconocida, que encuentro como médico naturópata es la “infección crónica por hongos”; algo de lo que puedes haber oído hablar. También a veces se le conoce como el Síndrome del Crecimiento Excesivo de Cándida (COS, por sus siglas en inglés, Candida Overgrowth Syndrome). Esta afección puede manifestarse a través de una variedad de síntomas leves, sistémicos e inespecíficos, que pueden pasar inadvertidos y quedar sin tratamiento durante meses o incluso años en muchos pacientes.


El microbioma (y MICObiota – o microbioma fúngico)

Si bien puede ser un problema para muchas personas, el COS no es el resultado de una “infección” per se. El cuerpo humano normalmente alberga una sorprendente variedad de microorganismos. De hecho, hay unos 100 billones de células microbianas en el cuerpo humano, superando en número a las células humanas en una proporción de diez a uno. La comunidad que estos microorganismos crean en nuestros cuerpos es conocida como el “microbioma”. Estos microbios a menudo tienen relaciones simbióticas con nosotros, lo que significa que su presencia en realidad ayuda a nuestros cuerpos en términos de la modulación inmune y la función digestiva. Sin embargo, también pueden tener relaciones del tipo “comensal” con nosotros, es decir que simplemente viven dentro de nosotros y no necesariamente nos ayudan a cambio de que les proporcionemos un hogar.

La gran mayoría de estos microbios (el 99.9%) que viven dentro y sobre nuestra piel son solo unas pocas especies de bacterias. La minoría restante (el 0.01%), que incluye especies de hongos, es mucho más diversa. Esto se conoce como la “biosfera rara”, y si bien no está claro si esta minoría de microbios juega un papel significativo en nuestra salud, está claro que pueden ser un depósito de ciertas especies que pueden ser dañinas para el cuerpo, si comenzaran a “prosperar”; es decir, bajo ciertas condiciones, pueden crecer y desequilibrar por otra parte una comunidad microbiana sana.[1]


El Síndrome del Crecimiento Excesivo de Cándida (COS)

Entonces, ¿qué es el COS? Está relacionado específicamente con un género particular de hongos, llamado Cándida, del cual hay más de 160 especies conocidas, la mayoría adaptadas para vivir en mamíferos huéspedes.[2] Sin embargo, la especie más común es la Cándida albicans. Este hongo normalmente está presente en pequeñas cantidades en el revestimiento de la mucosa del tracto gastrointestinal, incluidos los intestinos y la boca, así como en la vagina y la piel. En la mayoría de los casos, la Cándida se mantiene bajo control debido a la resistencia microbiana (es decir, la competencia) de los microbios bacterianos, así como por el eficaz sistema inmune del cuerpo. Sin embargo, si el crecimiento fúngico en el cuerpo se sale de control, puede crear problemas.

Hay un par de formas en que un crecimiento excesivo de Cándida puede manifestarse de manera bastante obvia; una es la candidiasis vaginal y la otra es la candidiasis oral. La candidiasis vaginal produce picazón vaginal y una secreción blanquecina, y es una complicación común del uso de antibióticos, especialmente si se usan repetidamente por infecciones bacterianas recurrentes.[3] La candidiasis oral se ve más a menudo como una complicación del uso de inhaladores de esteroides para el asma o en personas con el sistema inmune comprometido.[3]

Las dos manifestaciones anteriores de Cándida están asociadas con el COS y, de hecho, pueden ser indicadores de un COS subyacente, pero éste no es necesariamente el caso.

Cabe señalar que el COS es un tema controvertido. Algunos médicos lo aceptan, mientras que otros lo consideran un diagnóstico de “moda”. Los médicos orientados a la medicina funcional o nutricional, y los médicos naturopáticos, generalmente reconocen que el COS es una condición real y específica que puede tener un impacto a largo plazo en la calidad de vida.

También es importante saber que el COS es diferente a la infección por Cándida en el torrente sanguíneo (candidemia), condición potencialmente mortal y que es una forma de sepsis. Esta afección mucho más grave generalmente solo ocurre en pacientes muy debilitados con un sistema inmune gravemente comprometido, y requiere un tratamiento agresivo en un hospital.[5]

El COS es más bien el resultado de una sobreabundancia de Cándida, que sin embargo está limitada a ciertas zonas y cavidades del cuerpo. Un crecimiento excesivo en los intestinos se caracteriza por síntomas como exceso de gases, hinchazón y cambios en los patrones del movimiento intestinal. Si bien la Cándida permanece restringida a estas regiones del cuerpo, por lo que en realidad no produce sepsis, el cuerpo, sin embargo, absorbe las partículas residuales de las células muertas de Cándida, así como los desechos y productos metabólicos producidos por las células vivas. La absorción de tales sustancias y su posterior diseminación por todo el cuerpo da como resultado síntomas sistémicos tales como fatiga crónica, dolores musculares y problemas de concentración.

En algunos casos más severos de COS, las estructuras en proliferación de las hifas del hongo pueden diseminarse hacia el delicado revestimiento de la mucosa del tracto intestinal, interrumpiendo su función como una membrana semipermeable y creando una condición conocida como hiperpermeabilidad o “intestino permeable”. Cuando esto sucede, pequeñas cantidades de partículas inapropiadas como proteínas de alimentos no digeridas y productos de desecho pueden “filtrarse” a través de la pared intestinal hacia la sangre, a lo que el cuerpo reacciona como si se tratara de una infección. Por lo tanto, las personas pueden desarrollar nuevas sensibilidades e intolerancias a alimentos que antes no les hacían daño. Algunas de las sensibilidades alimentarias más comunes incluyen el trigo (gluten), los productos lácteos, los huevos y el maíz. Esto no quiere decir que todas estas sensibilidades alimentarias sean el resultado del crecimiento excesivo de Cándida, pero puede contribuir al desarrollo de tales sensibilidades alimenticias. De hecho, se ha demostrado que cuando se coloniza con Cándida de manera experimental los tractos gastrointestinales de ratones, en realidad se puede producir una sensibilización alérgica a los antígenos de los alimentos al alterar la barrera de la mucosa.[4]


Síntomas a tener en cuenta, que pueden ser indicativos del COS

  • Hinchazón y gases
  • Diarrea/estreñimiento/cambios en los hábitos intestinales
  • Nuevas sensibilidades a alimentos que antes no hacían daño
  • Fatiga crónicaDolores de cabeza
  • Depresión/irritabilidad
  • Mareos y/o dificultad para concentrarse

Causas comunes

Probablemente la causa más común del COS es el uso excesivo de antibióticos de amplio espectro. Lamentablemente, estos medicamentos tienden a recetarse excesivamente, a menudo por resfriados y gripes moderados, que generalmente son virales y, por lo tanto, no se alivian con antibióticos. Sin embargo, lo que a menudo sí hacen es matar a muchas de las bacterias beneficiosas que viven en nuestros intestinos, alterar el equilibrio del microbioma y liberar a la Cándida de los microorganismos que compiten con ella.[1] La Cándida, al ser un hongo, no se ve afectada por los antibióticos.

Además, otros medicamentos que pueden promover el COS incluyen las píldoras anticonceptivas y los corticosteroides orales como la prednisona. Dichos antiinflamatorios esteroideos a menudo se administran para afecciones inflamatorias y autoinmunes crónicas, como el lupus, debido a su efecto depresor sobre la respuesta inmune. Cualquier factor que deprima la función inmune, como el estrés, los altos niveles de azúcar y los carbohidratos refinados en la dieta, los cambios hormonales en el embarazo y la diabetes, dejarán al cuerpo más vulnerable frente al COS.


Pruebas

La mayoría de los médicos naturópatas, holísticos y nutricionales no se basan en ninguna prueba exclusiva para respaldar un diagnóstico de COS. Más bien, se evalúa a todo el paciente, sobre todo para encontrar cualquier historial importante de uso frecuente de antibióticos y/o infecciones vaginales recurrentes por hongos en mujeres, así como cualquier otro síntoma que sugiera que el COS está presente.


Tratamiento y prevención

La mayoría de los casos de COS son leves y se pueden tratar con una combinación de suplementos naturales y cambios sensatos en el estilo de vida. Estos deberían implementarse primero en la mayoría de los casos, en lugar de recurrir directamente a los antifúngicos farmacéuticos. Los medicamentos antifúngicos pueden provocar una muerte masiva de la Cándida, con la consiguiente liberación de organismos muertos y toxinas que causan síntomas desagradables similares a los de la gripe. Las terapias naturales más suaves pueden reducir la presencia de la Cándida de forma más gradual y sin dolor.

En términos de estrategias naturales, lo primero que debe hacerse es abordar cualquier factor dietético que contribuya al crecimiento de Cándida. Debe haber una abundancia de proteínas saludables y vegetales ricos en fibra en la dieta. Deben limitarse los alimentos ricos en carbohidratos, incluidos los panes integrales, así como las frutas y los vegetales con almidón, como las patatas, las remolachas, las naranjas y los plátanos.

El azúcar en general debe restringirse en la dieta, ya que no solo las altas cantidades de azúcar deprimen la función inmune y abren la puerta para el crecimiento excesivo de Cándida, sino también porque la Cándida se alimenta de azúcar como fuente de combustible.

Para reducir los riesgos de desarrollar o volver a desarrollar el COS, es una buena idea evitar el uso innecesario de antibióticos, ya que esta es la causa más común del COS. La mayoría de los resfriados y gripes de resolución espontánea son de origen viral, no bacteriano, y por lo tanto no se ven afectados por los antibióticos. Por lo tanto, a menudo es mejor dejar que esas infecciones leves sigan su curso natural y/u optar por alternativas no antibióticas para el apoyo antimicrobiano y del sistema inmune.

Hay, por supuesto, algunos casos donde se necesitan antibióticos. En tales casos, pide a tu médico que te recete, si es posible, un antibiótico de espectro reducido, específico para tu infección particular, en lugar de uno de amplio espectro que matará a muchas de las bacterias buenas junto con las malas.

Después del uso de cualquier antibiótico, es una buena idea tomar probióticos, para restaurar la flora intestinal que ha podido verse afectada, durante al menos de tres semanas a un mes después de haber terminado el tratamiento con antibióticos.

Si tienes una afección médica que requiere el uso de antiinflamatorios esteroideos, debes tratar de buscar la dosis efectiva más baja posible. Trabaja con tu médico para lograr esto, ya que reducirá al mínimo el impacto en la capacidad de tu sistema inmune para mantener controlado el crecimiento excesivo de Cándida. Si usas un inhalador de esteroides, enjuágate bien la boca después de cada uso.


Recomendaciones de suplementos

Para aquellos que puedan tener una afección médica grave, es una buena idea consultar con su médico antes de comenzar cualquier régimen de suplementos importante, especialmente si ya está tomando medicamentos que pueden causar interacciones.

Los suplementos y las medicinas naturales, en el tratamiento del COS, por lo general caen en una de tres categorías terapéuticas, a saber, los antimicrobianos/antifúngicos para matar directamente el hongo, las sustancias que apoyan el sistema inmune, y los probióticos para restablecer la flora intestinal.

  • Equinácea (Echinacea angustifolia): la equinácea es una planta que se usa con frecuencia para estimular el sistema inmune y disminuir la susceptibilidad a los resfriados y las gripes. También se puede utilizar para mejorar el sistema inmune contra el crecimiento excesivo de Cándida. Otras plantas como el astrágalo y el sello de oro también refuerzan la función inmune, y pueden tomarse en ciclos alternos con la equinácea para obtener el máximo efecto.
  • Sello de oro (Hydrastis canadensis): debido a su contenido en berberina, el sello de oro tiene un considerable efecto antimicrobiano, especialmente cuando se trata de infecciones que afectan el revestimiento de la mucosa de los tractos respiratorio y digestivo. Debido a que a la Cándida le encanta colonizar la mucosa del intestino, esta planta puede ser otro método para contrarrestar el crecimiento de la Cándida. Puede ser especialmente útil en casos de la diarrea relacionada con el COS.
  • Ácido caprílico: el ácido caprílico es un ácido graso que tiene propiedades antifúngicas reconocidas, lo que inhibe la capacidad de la Cándida para crecer y reproducirse. En mi experiencia, es uno de los nutrientes anti-Cándida más efectivos y accesibles. Se pueden tomar cantidades más grandes a través de la dieta con aceite de coco. Agregar una cucharada de aceite de coco a tu batido de la mañana, por ejemplo, es una estrategia útil. Por supuesto, el ácido caprílico puede ser aún más potente si se toma en forma de suplemento. La suplementación puede ser más recomendable cuando se hace necesario eliminar un sobrecrecimiento activo de Cándida, y las fuentes de la dieta, como el aceite de coco, se pueden usar regularmente después para ayudar a mantener la Cándida bajo control.
  • Probióticos: los suplementos de bacterias probióticas, en particular las especies del género Lactobacillus (por ejemplo, Lactobacillus acidophilus) y Bifidobacterium, promueven la producción de ácido láctico, lo que ayuda a restablecer los niveles saludables de pH en el intestino, para hacerlo menos propicio para el crecimiento de la Cándida y contribuir a su declive. Ellos por sí mismos vuelven a sembrar el intestino y ayudan a restablecer las condiciones para una saludable biodiversidad bacteriana simbiótica. Un buen probiótico debería tener varios miles de millones de unidades formadoras de colonias (UFC) por cápsula, contar con varias especies de bacterias pertenecientes a los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium, y tener una potencia garantizada hasta la fecha de caducidad. A menudo, esos probióticos de calidad requieren refrigeración después de la apertura del envase.

Cuándo llamar a un médico

Es posible que desees buscar un tratamiento más agresivo, tal vez con medicamentos antifúngicos más fuertes, si tu tratamiento personal o estrategias de tratamiento natural no le están ayudando.

Llama a tu médico, si:

  • Tus síntomas del COS persisten durante tres meses o más, sin signos de mejoría
  • Tus síntomas son lo suficientemente graves como para afectar tus actividades diarias
  • Tienes un flujo vaginal que tiene un olor fuerte y desagradable o está teñido de sangre
  • Tienes una infección vaginal por hongos que reaparece en el plazo de dos meses

 Bibliografía:

1. Huffnagle, G.B., and M.C. Noverr. “The emerging world of the fungal microbiome.” Trends in Microbiology, Vol. 21, No. 7 (2013): 334–341.
2. Blaschke-Hellmessen, R. “[Habitats for Candida in medical and hygienic respects]” [article in German]. Mycoses, Vol. 42, Suppl. 1 (1999): 22–29.
3. Yano, J., et al. “Cytokines in the host response to Candida vaginitis: Identifying a role for non-classical immune mediators, S100 alarmins.” Cytokine, Vol. 58, No. 1 (2012): 118–128.
4. Yamaguchi, N., et al. “Gastrointestinal Candida colonisation promotes sensitisation against food antigens by affecting the mucosal barrier in mice.” Gut, Vol. 55, No. 7 (2006): 954–960.
5. Garey, K.W., et al. “Time to initiation of fluconazole therapy impacts mortality in patients with candidemia: A multi-institutional study.” Clinical Infectious Diseases, Vol. 43, No. 1 (2006): 25–31.