Cuáles son los principales “enemigos” del pelo en verano? La exposición solar, el contacto constante con el agua del mar o de la piscina, los peinados con el pelo mojado y los componentes del agua de la piscina pueden dañarlo. Como nadie quiere llegar al otoño con una melena opaca y reseca, veamos qué podemos hacer para cuidar del pelo en verano.

Sol y cabello: cómo proteger el pelo del sol

Ya sabemos que la radiación solar causa daños en nuestra piel con la exposición reiterada. Pero ¿qué ocurre con nuestro pelo?

El sol también perjudica la salud y la integridad de la fibra capilar. Por un lado, la luz visible del sol y la radiación UVB daña la proteína del cabello (la queratina), que está en la parte más externa del cabello, llamada cutícula. Por otro lado, la radiación UVA ataca la melanina (el pigmento que da color al cabello), degradándola. ¿Cuál es el resultado?

-       Pérdida de brillo por el daño en la cutícula

-       Sequedad y textura más áspera

-       Mayor fragilidad y riesgo de rotura

-       Pérdida o cambio de color hacia tonos más amarillos o claros.

Estos daños serán más acusados en cabellos que han sido tratados con tintes químicos o en los que habitualmente se utilice el secador de pelo o la plancha para darles forma.

Proteger el cabello del sol

  • Si queremos cuidar el pelo bajo el sol, lo más efectivo es taparlo con un pañuelo, gorro o sombrero. De esta forma también evitaremos quemaduras en el cuero cabelludo, en la zona de la “raya” del pelo. Existen telas diseñadas especialmente para bloquear los rayos solares, que llevan las siglas UPF (Ultraviolet Protection Factor).
  • Adicionalmente a tapar el pelo, y para contrarrestar la sequedad, distribuir unas gotas de aceite sobre largos y medios de la cabellera nutrirá la fibra capilar. Además, esto tiene otras ventajas que te contaremos a continuación, relacionadas con el agua.
  • Existen productos para el pelo formulados con filtros solares, pero la distribución del producto en la cabellera puede no ser tan uniforme como en la piel.

Mar y piscina: ¡el agua no es buena para el cabello!

Aunque muchos de los reclamos publicitarios de productos para el pelo hablen de “hidratación”, es decir, añadir o mantener el agua en el pelo, esto no tiene sentido desde el punto de vista científico.

El pelo natural y sano tiene propiedades repelentes del agua, es decir, es hidrófugo. En la cutícula, la parte exterior del cabello, hay algo parecido a escamas, que están juntas y cerradas para evitar que entre agua. Además, por encima hay una capa protectora formada por grasas propias del cuero cabelludo, que protegen y nutren cada cabello y repelen el agua.

Los tratamientos químicos y el uso de herramientas con calor (secadores...) son los principales responsables de dañar esta cutícula y su capa protectora. Pero el contacto prolongado con el agua, como cuando estamos en el mar o en la piscina también la daña. Si el agua puede entrar en las capas que forman el pelo, este se hincha y aparece el encrespado y una menor resistencia a la rotura. Lo saben bien las personas que practican deportes acuáticos o natación.

Si a eso añadimos el efecto perjudicial del sol, vemos que la combinación sol y agua no es la más saludable para nuestra cabellera.

¿Qué hacer para evitar el pelo encrespado en la playa o piscina?

  • Con el cabello seco, distribuir una pequeña cantidad de aceite en medios y puntas. De esta manera, el aceite (naturalmente hidrófilo) se deposita en las partes dañadas y hace un velo que dificulta que el agua penetre en la fibra.
  • Evita pasar mucho tiempo con el pelo mojado, siempre que sea posible.
  • No recurras a moños, coletas o trenzas tirantes en mojado, que dificultan que el pelo se seque y tensan cada cabello, haciéndole más proclive a la rotura.
  • No peines ni cepilles el cabello en mojado sin haber añadido un aceite o acondicionador, ya que en ese momento el pelo es más frágil.
  • No frotes el pelo insistentemente con una toalla para secarlo. Hazlo a toques suaves.

¿El agua de la piscina puede alterar el color de las mechas?

Si llevas mechas, puede que alguna vez hayas detectado un cambio en el color tras estar en la piscina. Además de los efectos del sol y del agua en la pérdida del color, en las piscinas hay otro elemento a tener en cuenta: el cobre. Efectivamente, es el cobre que se usa como alguicida (y no tanto el cloro) el que puede reaccionar con los tintes químicos y alterar el color. El remedio: primero, aclarar bien el pelo en la ducha al salir de la piscina; segundo, aislar el pelo del agua, con aceites, por ejemplo, o productos destinados a “sellar” la cutícula.

Aceites para el cabello y otros trucos para nutrirlo

¿Qué aceites podemos usar para proteger y cuidar del cabello? Algunas opciones son:

-          El aceite de coco, que muchos podemos tener en nuestras despensas.

-          El aceite de argán, mucho más cercano ya que proviene de Marruecos. Su uso para aceitar el cabello, cuidar la piel y las uñas tiene muchísimos años, y ha sido el secreto de belleza de las mujeres del Atlas. Nuestro aceite de argán proviene de una cooperativa de mujeres, es orgánico y está extraído en frío, sin uso de disolventes de ninguna clase.

 

Nutrientes para el cabello

No podemos olvidar que para que el cabello se desarrolle y crezca correctamente, son necesarios algunos nutrientes: aminoácidos (que se obtienen de la proteína), vitaminas del grupo B, algunos minerales... Sin que estos sustituyan una alimentación equilibrada, los suplementos pueden ser útiles en algunas situaciones.

Vital Capilar contiene 19 nutrientes destinados a favorecer la salud capilar. Aporta una adecuada combinación de fitonutrientes a partir de aceite de Semillas de calabaza, Sabal, Cola de caballo, Semillas de lino, Ortiga, Semillas de uva, Té verde y Extracto de manzana junto a un complejo multivitamínico en los que destacan:

-          la biotina, contribuye al mantenimiento normal del cabello y la piel.

-          la vitamina B2 y B3, que favorecen el mantenimiento de la piel en condiciones normales.

-          la vitamina B6 participa en la síntesis normal de cisteína, un aminoácido específico.

-          ácidos grasos esenciales como EPA, DHA y GLA procedente del aceite de onagra y L-taurina.

 

¿Sabías que a tu cabello no le gusta la “hidratación”, porque un cabello saludable repele al agua? ¿Cómo cuidas tú el pelo en verano? ¡Cuéntanoslo!