¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas que comen sano, hacen ejercicio y tienen un colesterol LDL "normal" sufren un infarto a una edad temprana? Durante décadas, estos casos han sido un enigma para muchos, pero la ciencia cardiovascular moderna apunta cada vez más a un culpable que ha estado oculto a plena vista: la Lipoproteína(a), o Lp(a).
Si en nuestra 👉 guía definitiva sobre el colesterol te introdujimos este concepto, aquí profundizaremos en todo lo que necesitas saber sobre este fascinante y crucial marcador. Entender la Lp(a) es entender una de las piezas más importantes del puzle de tu riesgo cardiovascular, una pieza que está escrita en tus genes.
¿Qué es exactamente la lipoproteína(a), también conocida como Lp(a)?
Para entender la Lp(a), primero recordemos la partícula de colesterol LDL. Imagina que la LDL es una esfera que transporta colesterol. La Lp(a) es, en esencia, una partícula de LDL a la que se le ha añadido una proteína extra, muy grande y pegajosa, llamada Apolipoproteína(a) o Apo(a).
Pensemos en una analogía simple:
- Una partícula de LDL es como un vehículo de reparto normal.
- Una partícula de Lp(a) es el mismo vehículo, pero con un brazo con gancho pegajoso (la Apo(a)) soldado a su chasis.

Este "brazo extra" es lo que transforma una partícula de transporte normal en un factor de riesgo único y potente.
Una revisión reciente publicada en 2025 en Frontiers in Cardiovascular Medicine confirmó que la Lp(a) actúa como marcador precoz e independiente del riesgo cardiovascular, incluso cuando el colesterol LDL y otros factores clásicos están controlados. 👉 ver estudio
El doble peligro de la lipoproteína(a): por qué es un factor de riesgo único
La presencia de la proteína Apo(a) confiere a la Lp(a) dos propiedades peligrosas que no tiene el LDL convencional, lo que explica su potente impacto en la salud cardiovascular.
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Es altamente aterogénica (más "pegajosa")
El "brazo pegajoso" de la Apo(a) hace que la partícula de Lp(a) tenga una mayor afinidad por la pared de las arterias. Se infiltra y se adhiere con más facilidad que el LDL normal, acelerando drásticamente el inicio y la progresión de la placa de ateroma. Es como si ese vehículo con gancho tuviera más facilidad para chocar y quedarse atascado en las paredes de los túneles (tus arterias).
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Es pro-trombótica (favorece los coágulos)
Aquí radica su característica más singular. La estructura de la Apo(a) es muy similar a la de una molécula llamada plasminógeno, que es crucial para disolver los coágulos de sangre en el cuerpo. La Lp(a) compite con el plasminógeno, interfiriendo con la capacidad natural del cuerpo para eliminar coágulos.
Un análisis global de 2025, publicado en el European Heart Journal y que incluyó a más de 270 000 personas con enfermedad cardiovascular, encontró que los niveles altos de Lp(a) se asocian con mayor riesgo de infartos e ictus recurrentes, incluso cuando el colesterol LDL estaba bien controlado con tratamiento. 👉 ver estudio
Estos resultados confirman que la Lp(a) no solo contribuye a la formación de placa, sino también a su inestabilidad y a la aparición de coágulos, lo que la convierte en un factor de riesgo doblemente peligroso y prioritario en la evaluación cardiovascular moderna.
Un rasgo heredado: por qué la dieta y el ejercicio no afectan tu lipoproteína(a)
Este es, quizás, el punto más importante y a menudo frustrante sobre la Lp(a): tus niveles de Lp(a) están determinados en un 90-95% por tus genes, específicamente por el gen LPA. Naces con una predisposición a tener niveles bajos, intermedios o altos, y esta cifra se mantiene relativamente estable durante toda tu vida. A diferencia del colesterol LDL, que responde de manera significativa a la dieta, el ejercicio y la pérdida de peso, la Lp(a) prácticamente no se inmuta ante los cambios en el estilo de vida.
Esto explica por qué incluso un atleta de élite o una persona con una dieta perfecta pueden tener un riesgo cardiovascular elevado si han heredado niveles altos de Lp(a).
Cómo medir la lipoproteína(a) y cuándo hacerse la prueba
La Lp(a) se mide con un simple análisis de sangre. No requiere ayuno. Sin embargo, no forma parte del perfil lipídico estándar, por lo que debes solicitarlo específicamente a tu médico.
Las principales guías de cardiología (como las de la Sociedad Europea de Cardiología) recomiendan medir la Lp(a) al menos una vez en la vida a todas las personas, pero especialmente en los siguientes grupos:
- Personas con antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular prematura (infartos, ictus, etc., en familiares de primer grado antes de los 55 años en hombres o 65 en mujeres).
- Personas que han sufrido un evento cardiovascular sin tener los factores de riesgo clásicos elevados (no fumadores, con LDL y presión arterial controlados).
- Personas con hipercolesterolemia familiar o niveles de colesterol LDL que no responden al tratamiento como se esperaba.
- Cualquier adulto que desee conocer su riesgo cardiovascular global de la forma más completa posible.
Un nivel por encima de 50 mg/dL (o 125 nmol/L) se considera un factor de riesgo elevado.
Tengo la lipoproteína(a) alta, ¿y ahora qué? estrategias de manejo actuales
Saber que tienes la Lp(a) alta no es una sentencia, sino una información valiosísima que te permite actuar. Aunque actualmente no existen fármacos aprobados específicamente para reducir la Lp(a), la estrategia de manejo es clara y efectiva: ser extremadamente agresivo en el control de todos los demás factores de riesgo cardiovascular.
La lógica es simple: si no puedes eliminar el factor de riesgo genético (el vehículo con el gancho), debes asegurarte de que todos los demás factores que contribuyen a la enfermedad estén en niveles óptimos.
- 1. Reducción Agresiva del Colesterol LDL / ApoB: Es la estrategia principal. Si reduces drásticamente el número total de partículas aterogénicas (LDL y otras), le das menos "material" a la Lp(a) para formar placa. Esto a menudo implica un tratamiento farmacológico (como 👉 estatinas o inhibidores de PCSK9) para llevar el LDL a niveles mucho más bajos de lo que se recomendaría a una persona con Lp(a) normal.
- 2. Control Exquisito de la Presión Arterial: Mantener la presión arterial en niveles óptimos (idealmente por debajo de 120/80 mmHg) reduce el estrés sobre las paredes de las arterias.
- 3. No Fumar: El tabaco es un potente acelerador de la aterosclerosis. Si tienes la Lp(a) alta, no fumar es absolutamente innegociable.
- 4. Mantener un Estilo de Vida Impecable: Aunque no baje la Lp(a), una dieta antiinflamatoria (como la mediterránea), el ejercicio regular y un peso saludable reducen la inflamación general y mejoran la salud de tus vasos sanguíneos.
El futuro del tratamiento de la lipoproteína(a): una nueva esperanza
La buena noticia es que la Lp(a) es una de las áreas más activas de investigación en cardiología. Actualmente, hay varios fármacos en fases avanzadas de ensayos clínicos (como los oligonucleótidos antisentido y los siRNAs) diseñados específicamente para "apagar" la producción de Lp(a) en el hígado. Los resultados preliminares son muy prometedores, mostrando reducciones de más del 80-90%. Se espera que en los próximos años dispongamos de tratamientos directos para este factor de riesgo.
Preguntas frecuentes (FAQs)
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Si mis niveles de Lp(a) son genéticos, ¿mis hijos también deberían medírsela?
Sí. Dado su alto componente hereditario, si tus niveles son elevados, existe una alta probabilidad (aproximadamente del 50%) de que tus hijos también los tengan. Es recomendable que se la midan al llegar a la edad adulta.
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¿Por qué la Lp(a) no se incluye en las analíticas de rutina?
Históricamente, la falta de un tratamiento específico hacía que muchos médicos no la midieran. Sin embargo, con el creciente reconocimiento de su importancia para evaluar el riesgo y la llegada de futuros tratamientos, esto está cambiando rápidamente y cada vez más guías recomiendan su medición universal.
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¿Existen suplementos que puedan bajar la Lp(a)?
Actualmente, no hay evidencia científica sólida que demuestre que algún suplemento pueda reducir de forma significativa los niveles de Lp(a). Algunos estudios iniciales con L-carnitina o CoQ10 han mostrado efectos muy modestos, pero no se consideran un tratamiento. La estrategia principal sigue siendo el control de los otros factores de riesgo.
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Mi analítica muestra la Lp(a) en nmol/L y otras en mg/dL. ¿Cuál es la diferencia?
Son dos unidades de medida diferentes. mg/dL mide la masa de la Lp(a) en un volumen de sangre, mientras que nmol/L mide el número de partículas. Ambas son válidas. De forma aproximada, para convertir de mg/dL a nmol/L se multiplica por 2.5. Un nivel de riesgo alto es >50 mg/dL o >125 nmol/L.
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¿Es posible que mi nivel de Lp(a) cambie a lo largo de mi vida?
En general, los niveles de Lp(a) se mantienen muy estables desde la infancia hasta la vejez. Algunas situaciones como la menopausia, enfermedades renales graves o hipotiroidismo pueden causar fluctuaciones, pero no se ven afectadas por los cambios de estilo de vida habituales.
Conclusión: por qué conocer tu lipoproteína(a) puede salvar tu corazón
La lipoproteína(a), o Lp(a), representa uno de los avances más relevantes en la comprensión moderna del riesgo cardiovascular. Aunque sus niveles son principalmente genéticos y no se modifican con la dieta ni el ejercicio, conocerlos ofrece una ventaja decisiva: permite ajustar con precisión el control de todos los demás factores de riesgo —colesterol LDL, presión arterial, tabaquismo, inflamación y estilo de vida— antes de que aparezcan daños irreversibles.
La clave no es temer a la Lp(a), sino usar la información para actuar con antelación y acompañamiento profesional. Medirla al menos una vez en la vida, especialmente si existe historia familiar de enfermedad cardiovascular, es una herramienta sencilla y poderosa para proteger la salud del corazón. Con una prevención activa, una vida ordenada y seguimiento médico, el riesgo genético deja de ser una condena y se convierte en una oportunidad para cuidar el futuro cardiovascular con criterio.
⚠️ Recordatorio responsable: Los complementos alimenticios no sustituyen tratamientos médicos ni diagnósticos. La información aquí presentada tiene únicamente carácter divulgativo y no pretende medicar, pautar ni sustituir ninguna indicación médica o tratamiento profesional. Si estás en tratamiento, tomas medicación o presentas alguna patología, consulta siempre con un profesional de la salud antes de iniciar su uso.
Doctor en Farmacia en el Departamento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la Universidad de Navarra.
Responsable de la Dirección Técnica de Sura Vitasan.